Este poema lo encontré en un cuaderno viejo, recuerdo con vaguedad las circunstancias en que fue creado. Ahora lo hago publico de puro narcisismo.
primero fue una escofina viva
que amasaba la traquea
después llegaron los clavos del ataúd
donde se desmigajaron mis restos
color rosa viejo
entonces las cenizas
se hicieron al viento
lentamente
los fluídos me embarraron al suelo
la soledad se escapó
en líneas de fuga
en un bote
tentado por
tormentas y tempestades
el mar era rojo
y sólido por el frío
el destino
hacia donde sin remedio
nos dirigíamos
incierto
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