martes, 22 de enero de 2008

As-17-01-08


Hay una canción

Que sube con el vuelo de los pájaros

Que brilla entre las nubes del firmamento

Que como marcha fúnebre destila el último suspiro de la flor

Inquietante

Acaricia los pálidos labios de la incertidumbre

Le arranca el lustre a crispadas alitas de mariposas

Reposa entre la cándidez de mis senos en flor

Y el blanco

Donde las palabras sobran

Da igual pensar en italiano porque de todas formas sera incomprensible

Entonces las sombras parecen más hirientes alrededor de tanta luz

Y nos invaden mariposas amarillas

Pequeños soles de algodón.

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